EL DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ - Roger van der Weyden
http://blogarteehistoria.blogspot.com.es COMENTARIO: Wan der Weydem opta en esta tabla por representar un tema religioso muy del gusto gótico: el descendimiento de Cristo de la cruz y la Quinta Angustia de la Virgen María. Para ello Van der Weydem ha querido centrarse en el dolor que provoca la escena prescindiendo de detalles supérfulos que puedan distraer la atención del espectador.Tan sólo unos elementos vegetales formados por hierbas sitúan la escena en un espacio real. Así mismo, aparece una calavera que podemos interpretar como una alusión al monte Colgota, el cráneo de Adán sobre el que la sangre de Cristo cae y redime a la Humanidad del pecado original o bien una simple alusión a la muerte pero también a la esperanza en la resurrección presente en una flores que brotan junto a ella. Sin más elementos de paisaje, el pintor dispone las figuras sobre un fondo dorado, también muy del gusto gótico, y en ellas representa todo un repertorio de gestos y actitudes que muestran las distintas formas de manifestación del dolor humano; desde el más extremo que lleva a María a desmayarse, el llanto desgarrado o el dolor más contenido.En su deseo por dotar del máximo realismo y patetismo a la Obra, el autor utiliza una gama diferencia en las encarnaduras, esto es, en la representación de la piel desde el color macilento del cuerpo cadavérico de Cristo a la palidez de María o a los rostros rojos congestionados por el llanto de San juan o la mujer que llora detrás de él. Todo en la Obra transmite dolor y tristeza, sentimientos muy humanos y próximos al espectador; características que diferencian el lenguaje e intencionalidad del arte gótico frente al simbolismo del románico. CONCLUSIÓN: La Obra estuvo expuesta en la iglesia de Lovaina hasta que la regente de los Países Bajos y tía de Carlos V, María de Hungría, la adquirió para, unos años más tarde, ser adquirida a su vez por Felipe II y traída a España. Concretamente estuvo en el monasterio del Escorial hasta su traslado definitivo al Museo del Prado donde se expone en la actualidad. Se trata se duda de una de las mejores obras no sólo de Wan der Weydem sino de la escuela flamenca del siglo XV.